Prepárate para la playa con tu bebé

Todos los padres que aman el mar y quieren llevar a su bebé a la playa tienen que saber esta información antes de salir. Según estudios que se han realizado, nos recomiendan que no debamos llevar a un bebé con menos de un mes de nacido.  Si te gusta estar en la playa todo el día, la playa no es el lugar para el bebé. ¿Por qué? Los rayos del sol cada vez son más fuertes y el agua del mar en algunas playas está contaminada.

Según la guía infantil, los bebés menores de seis meses no deben pisar la playa, por tal razón, debemos saber cierta información. No se les debe exponer al sol directamente. Así sea debajo de una sombrilla, ya que el reflejo del sol puede provocar quemaduras a su piel tan sensible.  Si tu bebé tiene más de siete meses puede ir a la playa, pero con un horario limitado. Un horario perfecto para ir a la playa con un bebé es por la mañana de 9:00-11:00 a.m. y por la tarde luego de las 5:00 p.m. Así te puedes asegurar de que tu bebé no este expuesto a los rayos del sol que son más peligrosos.  En este horario se recomienda dejar mojar sus pies en el mar y sentir la arena sin ningún peligro para la salud del bebé.  OJO: cuando estén en la playa no le pierdan la mirada nunca, ya que su bebé si encuentra algo y lo puede agarrar, se lo puede llevar a su boca.



Si van a jugar en la arena usen una sombrilla para darle sombra mientras juegan, ya que la arena refleja radiaciones y la sombra ayudara un poco. Por esta razón, tu bebé siempre debe estar vestido con una camiseta de algodón o las que son exclusivamente para protegerse del sol en la playa, llevar sus gafas y su gorra.  Es importante que tu bebé tenga sus siestas para descansar y no estar todo el día en la playa.  Deben intentar viajar a otro lugar donde no tengan mucha exposición del sol.




Precauciones que debemos tener con los bebés y los niños:
  1. Evita llevar a bebés menores de seis meses a la playa. Los bebés de esta edad no tienen la piel lista para aplicarles crema protectora, ya que algunas pueden darles alguna reacción alérgica.  Luego de los seis meses, pueden hacer una prueba aplicándole crema protectora en la cara interna del antebrazo y observar si la tolera bien.
  2. Crema protectora para bebés y niños.  Elige una crema que sea especial para los bebés y niños, con una protección mayor de 30 y que sea resistente al agua.  Deben asegurarse de que cubra toda la piel en el cuerpo; nuca, pies, manos, orejas y la cara.  La crema debe ser untada a la piel del bebé o niño por lo menos media hora antes de llegar a la playa.  Cada dos horas estar pendientes de que todavía tenga crema protectora, si no se ve en la piel o no se siente en la piel del bebé volver a untarle la crema. Cuando salgan de la playa y vuelvan a su hogar deben bañar bien a su bebé o niño(a) para que no le queda nada de crema protectora.
  3. Buscar sombra.  Al salir de paseo con tu hijo, no olvides llevar una sombrilla, un toldo en su sillita para que tenga su sombra, protector solar, unas gafas y su gorrito bien puesto.  Recuerden que el sol en verano es más fuerte y no solamente en la playa debemos proteger a nuestros hijos, debe ser siempre que salgamos a pasear y estemos expuestos al sol.
  4. Ropa y accesorios en el verano. La ropa debe ser ligera, clara, de algodón y que sea transpirable. Los accesorios que necesitaran son gorritos y gafas.
  5. Agua fresca. Lleva siempre un biberón con agua o botella con agua para tu hijo y una o dos para sus padres.  Los niños se pueden deshidratar fácilmente con tanta energía que tienen.  Los bebés que son lactados están hidratados con solo ofrecerles leche del pecho o biberón con leche materna.  Para que el agua permanezca fría o fresquita, lleven un termo y una pequeña nevera portátil; en ellas puedes llevar alguna fruta. 
  6. Señales de deshidratación.  Los primeros síntomas de alerta son los vómitos, diarreas, sudoración profusa o fiebre, ojos hundidos, exceso de pérdidas de liquido en la orina, estomatitis o faringitis, lengua y mucosas secas.  También se puede producir deshidratación debido a una enfermedad aguda con pérdida de apetito.  En los lactantes es visible por las fontanelas que se hunden (son las separaciones existentes entre los huecos del cráneo del bebé, son importantes ya que facilitan que la cabecita pueda amoldarse y atravesar el canal del parto; una vez que ya ha nacido las fontanelas también permiten que el celebro del bebé tenga suficiente espacio para poder desarrollarse), y la falta de elasticidad en la piel al pellizcar un pliegue del abdomen.  La deshidratación en algunos casos extremos, puede llevar al “shock” y a la muerte.  Si el bebé comienza con vómitos o diarrea no espere a que aparezcan los signos de deshidratación y busque asistencia médica.  Asimismo, se debe iniciar con el reemplazo de líquidos.  Los signos más fáciles de vigilar son el gasto urinarios (debe haber pañales húmedos o idas al baño muy frecuentes), saliva en la boca y lagrimas al llorar. 

Según BabyCenter, el no llevar a nuestro bebé a la playa cuando tiene menos de seis meses... no es necesario, siempre y cuando protejamos al bebé o hijos del sol.  Recuerden que desde que nacen nuestros hijos están explorando todo y conocer la naturaleza es sumamente importante para ellos y para nosotros ver su reacción.  Ellos van a desarrollar sus sentidos del olfato, oído, vista y tacto.  ?Cómo lo hacen? Observando su entorno, escuchando los ruidos, respirando y tocando donde estén en contacto con la naturaleza. 

En mi experiencia, mi esposo y yo llevamos a nuestro hijo por primera vez a la playa cuando tenia su primer mes.  Compramos un bloqueador solar orgánico, llevamos repelente para mosquitos, pantalón y camisa de playa... nunca encontramos gorritos de su size todos siempre eran grandes. Antes de salir de nuestra casa le pasamos bloqueador solar en toda la piel y llevamos una mochila.  La mochila tenia 3 toallas, bloqueadores solares, 4 aguas, "snacks", gafas, revistas, etc.  Al llegar a la playa en SandyBeach, Rincón, PR; buscamos un lugar con mucha sombra.  Nos tiramos muchas fotos y grabamos a Sebastián mojando sus pies en el mar.  A Sebastión le encanto el agua y ver el mar.  Papá escribió el nombre de nuestro hijo en la arena y disfrutamos nuestro día libre juntos.  Ese día estuvimos como dos horas... como máximo y quizás fue menos.  La experiencia es hermosa, la recodaremos porque es un momento importante... realmente vale la pena siempre y cuando estemos pendientes de nuestros hijos.





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